Un viaje por Latinoamerica, buscando encontrarnos en nuestras luchas, compartiendo nuestros saberes, construyendo comunidad, aprendiendo siempre...

Partimos en febrero del 2009 desde Buenos Aires, Argentina, sin tiempo, con nuestras preguntas y nuestras convicciones a cuestas, con las ganas de conocer(nos) el continente, de aprender(nos) las historias, las cosmovisiones, las búsquedas y las construcciones colectivas, transmitiendo también ese conglomerado de experiencias y luchas que fuimos y seguimos construyendo en nuestro suelo rioplatense.

Trabajando con la fotografía y ejecutando folklore latinoamericano en bares y colectivos llegamos en el 2011 a México y desde allá regresamos al puerto del río de la plata. Como les pasa a todos lxs que se encuentran en los desencuentros del viajar, la mochila nos persigue y seguimos regresando a esa latinoamérica que nos abraza en sus luchas cotidianas.

Abrimos este pequeño espacio para compartir algunas de las vivencias y las producciones que paso a paso vamos trabajando: relatos de las experiencias educativas en las que participamos, crónicas de talleres en las comunidades, notas publicadas en algún medio, producciones de radio, escritos mezclados...

lunes, 26 de julio de 2010

IV Cumbre Continental de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala: "Es tiempo de pasar de la resistencia al poder"

Más de seis mil representantes de los pueblos originarios del continente reunidos a orillas del lago Titicaca, entre el 27 y el 31 de mayo, debatieron los problemas globales desde su propia visión: transformación de los estados y alternativas a las crisis económica, alimentaria, ambiental, política.



“Pachamama, tus hijos y tus hijas han dicho, después de 517 años, “aquí estamos”; como dijo el gran abuelo Tupaj Katari: < >. Aquí están tus hijos para poder levantarnos de nuevo, para poder decir: aquí están los derechos de la Pachamama, aquí están los derechos del sagrado viento, los derechos de la sagrada agua”. Un círculo conformado por integrantes de múltiples pueblos entregó su ofrenda a la Madre Tierra pidiéndole fuerza y sabiduría para encarar las discusiones que comenzaban aquella mañana.
Las aulas de la Universidad del Altiplano fueron el escenario para variadas mesas temáticas: crisis del desarrollo y civilización capitalista; tierra, territorio y privatización; criminalización de los pueblos indígenas y movimientos sociales; Estado Plurinacional Comunitario; integración regional; descolonización del saber y educación intercultural bilingüe; cosmovisiones, identidades y espiritualidades; entre otros. Fueron largas horas de intenso debate. Voces de todo el continente pusieron en cuestión las políticas neoliberales y la complicidad de los Estados Nacionales en las estrategias de desarrollo que comprometen la salud del medio ambiente y la integridad física y territorial de las comunidades originarias.
“Por ejemplo, usted toma mate. Queremos que esa planta exista totalmente natural, tal como crece, ya no plantas con químicos, que no le vendan a usted en bolsitas así puesto, 5 o 6 veces más caro. Defendemos la naturaleza, porque sin la naturaleza no vamos a poder existir” - nos explicó Kecizate Atawallpa, autoridad de una comunidad cercana al Cusco. “Defendemos el agua, que no se contamine. Están contaminando, botando plásticos, basura en los ríos en los Andes, y nos arrastra a la Amazonía, y nosotros somos víctimas.
Entonces, ya pues, tenemos que cambiar nuestra forma de vida.” Álvaro Salaschar, corregidor de la zona norte de Puno e integrante de la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI), se sumaba al diálogo: “Nosotros no estamos en contra de la minería, pero debe hacerse una minería ecológica… que no se lleven tampoco la riqueza de los pueblos: de 100 soles nos dejan 3. Nosotros tenemos que reservar el petróleo, el gas, la plata, el oro, para nuestros nietos, para nuestros bisnietos que vienen”.
No sólo las políticas públicas y privadas que afectan a los territorios originarios, sino también la concepción occidental del desarrollo fueron puestas en el centro del debate. Participantes de variadas latitudes apuntaron que desde sus cosmovisiones el ser humano es una parte integral de la naturaleza. Asimismo plantearon que el territorio no es sólo un área geográfica, es el espacio donde se desarrolla la cultura y la identidad, la política y la economía, la existencia misma de los pueblos originarios. La naturaleza, como Madre Tierra, es mucho más que un recurso a explotar: “No son recursos naturales, son fuentes de vida. Así hablan ellos que nos miden como animales y nos cuentan como cosas”, explicó un representante boliviano. Y frente a la crisis capitalista, por todos admitida, se buscaron posibles alternativas orientadas a lo que los pueblos consideran “Buen Vivir”. “Se trata de retornar a nuestros orígenes, para saber quienes somos. Retomar nuestra dignidad como personas, como pueblo, como familia.
Y luego, de ahí, empezar a trabajar comunalmente, en torno al ayllu, la reciprocidad, el munay, que es el cariño y el respeto entre las personas y seres que viven en el planeta, y volver a ser cosmos, porque somos cosmos, reconocernos como tal”, explicaba paciente en la altura de Puno, Luna Andina, líder espiritual de la nación Huanca, de Chinchaysuyu, actual territorio peruano. Cuando le preguntamos a Mónica, de la delegación charrúa del Uruguay por el “Buen Vivir”, y el propósito del encuentro, nos dijo: “en esta cumbre queremos llegar a una agenda común con todos los pueblos indígenas para poder enfrentar a todas las transnacionales, al capitalismo, y para poder realmente volver a vivir como antes, en armonía con la Madre Tierra.”
En una publicación distribuida en la cumbre, la Coordinadora Andina de Naciones Indígenas (CAOI), detallaba el sentido de esta búsqueda de un modo de vida alternativo: “lejos de la acumulación individualista y colonizadora, planteamos el Buen Vivir, con ejercicio de poder, autoridad propia, legítima, idioma, vestimenta, economía distributiva, pensamiento, justicia comunitaria. Un Buen Vivir como verdaderas sociedades interculturales.” Sorprenden las coincidencias en el diagnóstico y el enfoque de los problemas del continente, y es que si bien los pueblos tienen marcadas diferencias, hay realidades que son comunes, hay luchas que se comparten. Al decir de los charrúas, “nos unimos en que hemos sido esclavizados y explotados durante 500 años.” Por eso, seguramente, todos los participantes acuerdan en la necesidad del autogobierno: “Yo creo que tenemos que volver a gobernarnos nosotros. Cuando gobernaban los aymaras, cuando gobernaban los quechuas, cuando gobernábamos nosotros acá 517 años atrás, era hermosísima la naturaleza, todos los ríos limpios, había suficiente comida y ropa para todos. Pero 517 años que ellos gobiernan, con más de 80 presidentes en el Perú ¿Qué nos han hecho? ”, opinó una vez más Kecizate Atawallpa.

Diferencias en torno al Autogobierno.

La universidad vestía colores desacostumbrados. Cada delegación había traído sus trajes típicos, y no por puro folclore: todos los detalles tenían su significado. Las largas colas del almuerzo, o los bailes nocturnos con los sikuris y las comparsas, eran oportunidades para el diálogo y las vivencias compartidas. Si bien el horizonte del “Buen Vivir” resultó una propuesta en boca de todos, las estrategias para alcanzarlo presentaron diferencias. La opción por fundar Estados Plurinacionales en todos los países del continente, siguiendo el ejemplo boliviano, fue impulsada por las organizaciones convocantes, nucleadas en la CAOI. Edwin Condori, de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB, nos dijo: “Los presidentes se deben reunir con los pueblos y definir qué camino seguir.” Por otro lado, las delegaciones más pequeñas se inclinaron por opciones menos institucionales: “desde abajo se forman las cosas, creemos en el trabajo de base, y creemos que este intercambio de experiencias nos sirve a todos para, justamente, a veces prescindir de los gobiernos”, opinó Stella Herrera de Uruguay.

Mujeres, niños y jóvenes.

Las mujeres habían sido las primeras en tomar la palabra: “Las mujeres indígenas, transmisoras de la identidad, dadoras de la vida, ejes de la familia y la sociedad, en complementariedad con los varones, unimos nuestros vientres al vientre de la madre tierra para parir los nuevos tiempos”, había dicho Aída Quilpe de Colombia unos días antes. La primer Cumbre de Mujeres Indígenas se desarrolló entre el 27 y el 28 de Mayo con el objetivo de visibilizar y efectivizar los reclamos de quienes han sido, desde hace siglos, excluidas, marginadas y discriminadas triplemente: por ser mujer, por ser indígena y por ser pobre. Los derechos de las mujeres, la violencia, el racismo, la participación en espacios de toma de decisiones y el liderazgo, fueron los ejes de discusión. Retomando los valores andinos de complementariedad y reciprocidad, las mujeres problematizaron su lugar en la sociedad actual y en sus propias organizaciones. En el plenario de cierre, entrevistamos a Hilaria, del pueblo Guaraní del Chaco paraguayo: “Para mí la cumbre de mujeres fue una experiencia nueva, he aprendido bastante para trabajar en mi país, porque en mi país las mujeres ahora recién estamos despertándonos, estamos uniéndonos”.
Los encuentros de niñez y juventud indígena, que se desarrollaron en paralelo a la cuarta cumbre, generaron espacios de participación, intercambio de experiencias y formación política. Con una retórica sorprendente, niños y niñas de diversos pueblos capturaron la atención del nutrido auditorio: “Nosotros somos la semilla del futuro y también tenemos nuestras propuestas.” Los jóvenes hablaron de descolonialidad, socialismo, cambio social, cultural y político, y apelaron a sus pares: “Les decimos a los jóvenes indígenas que reivindiquen la identidad de su pueblo, que no cambien sus tradiciones, y que al irse a la ciudad, no olviden su cultura”, nos comentó Edith de la Red Nacional de Jóvenes Indígenas de México.

Cuestionando la Cumbre.

Las mesas de debate lograron expresar las diversas opiniones y consiguieron incluso consensuar propuestas. Sin embargo, en el plenario final se hicieron escuchar las críticas. Muchos señalaron que si bien el encuentro resultó fructífero al hacer posible el diálogo entre los pueblos originarios, la cumbre podría haber sido utilizada con fines electorales. “La mayoría de las personas que están aquí son de tendencia izquierdista, y bueno, como se están acercando ya las elecciones, ellos están queriendo aprovechar esto simplemente para formar un partido”, puntualizó Luna Andina. En la misma línea se quejó la representante de la comunidad Quilmes de Argentina cuando los organizadores coartaron los tiempos de la exposición y las conclusiones de su mesa: “Criticamos a los partidos políticos y estamos haciendo lo mismo que ellos.”
Por otra parte, la presencia de las ONG´s y las organizaciones cristianas fue duramente cuestionada en los mitines espontáneos. Enérgico, un participante boliviano afirmó:“Esta cumbre no se está realizando como nuestros abuelos Atahualpa y Tupaj Katari quisieran. ¿Cuántas ONG´s hay acá? Las ONG´s son un arma de doble filo, no permiten el ascenso político del indio.” Por último, desde varias comisiones se hicieron críticas a la convocatoria de la cumbre. La invitación al presidente peruano Alan García y demás autoridades despertó enconadas resistencias. A su vez, el haber convocado a la cumbre desde la idea de “pueblos indígenas”, categoría impuesta por el colonialismo, representó para muchos una dificultad a la hora de elaborar una identidad propia. “Somos originarios”, la frase retumbó en las paredes del coliseo de la universidad.

Conclusiones y perspectivas.

“¡Jallalla Cuarta Cumbre Continental de los Pueblos Indígenas!”, exclamaba, en aymara, el locutor desde el palco. “¡Jallalla!” respondía al unísono el público apostado en sillas, gradas y pasillos del coliseo. “¡Kausachun movimiento indígena!”, insistían los organizadores, en quechua, por los altoparlantes. “¡Kausachun!” contestaba una vez más el auditorio. La mañana del 31 reunía a todos los participantes para escuchar las conclusiones de varios días de trabajo. Después de la aplaudida intervención de Alberto Pizango, dirigente principal de los pueblos amazónicos en lucha [ver aparte], llegó el turno de la lectura de la declaración final.
Miguel Palacín Quispe, coordinador general de la CAOI y principal anfitrión del evento, fue el encargado de dar lectura al documento. Las conclusiones repitieron, en buena medida, los ejes propuestos previamente por los organizadores, reflejando de este modo las posturas de las entidades convocantes y simplificando –cuando no olvidando- las diversas posiciones que los grupos de debate habían expresado. Los puntos principales señalaron la determinación de impulsar la creación de Estados Plurinacionales en los países del continente, constituir un Tribunal de Justicia Climática que juzgue a las empresas transnacionales y los gobiernos cómplices que depredan la naturaleza y conformar la Coordinadora de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala. A su vez, se ratificó la Movilización Global por la Madre Tierra Contra la Mercantilización de la Vida para la semana del 12 de octubre, y se decidió convocar a una marcha internacional a favor de la lucha de los pueblos amazónicos del Perú los primeros días de junio.


Junio-2009
Publicado en Prensa de Frente http://www.prensadefrente.org/

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