Un viaje por Latinoamerica, buscando encontrarnos en nuestras luchas, compartiendo nuestros saberes, construyendo comunidad, aprendiendo siempre...

Partimos en febrero del 2009 desde Buenos Aires, Argentina, sin tiempo, con nuestras preguntas y nuestras convicciones a cuestas, con las ganas de conocer(nos) el continente, de aprender(nos) las historias, las cosmovisiones, las búsquedas y las construcciones colectivas, transmitiendo también ese conglomerado de experiencias y luchas que fuimos y seguimos construyendo en nuestro suelo rioplatense.

Trabajando con la fotografía y ejecutando folklore latinoamericano en bares y colectivos llegamos en el 2011 a México y desde allá regresamos al puerto del río de la plata. Como les pasa a todos lxs que se encuentran en los desencuentros del viajar, la mochila nos persigue y seguimos regresando a esa latinoamérica que nos abraza en sus luchas cotidianas.

Abrimos este pequeño espacio para compartir algunas de las vivencias y las producciones que paso a paso vamos trabajando: relatos de las experiencias educativas en las que participamos, crónicas de talleres en las comunidades, notas publicadas en algún medio, producciones de radio, escritos mezclados...

viernes, 1 de marzo de 2013

Cada mujer volviéndose nosotras



Luciana Levin y Melina Silverglade

Encuentro Nacional de Mujeres - Posadas 6-7-8 /Octubre / 2012


El ancho río Paraná recibió en su orilla de ciudad enselvada, a las muchas que llenamos las plazas, los hoteles, las escuelas, que transformamos las calles en vaivenes de lucha. Un “acá estamos” resonando a paso doble circuló los recovecos del fin de semana en siesta y se tornó nuevamente debate, discusión, lucha, encuentro.

Una mujer preguntándose por la relación con su marido, una niña angustiada por su desarrollo “que en la escuela socialmente debe invisibilizar” postulando “¿por qué a los chicos les crecen pelos en el culo y nadie les dice nada?”. Algunas, entendiendo que la heterosexualidad es opresión, que los sexos son construcciones sociales, otras proponiendo que la masculinidad también oprime al varón. Muchas, demandando colectivamente sus situaciones de precarización laboral, la falta de recursos en sus comunidades, la ocupación de la tierra, los feminicidios, la trata. Mujeres identificando el papel central que tenemos en los movimientos sociales, defendiendo la necesidad urgente de la interrupción voluntaria del embarazo. Aparecen así las casas, las vidas distintas, los barrios, los acentos, los paisajes en las vidas de cada mujer volviéndose nosotras.
En los encuentros, únicos en el mundo y caracterizados por ser autónomos, autoconvocados y autofinanciados, confluyen desde siempre una multiplicidad de preguntas, en una gran diversidad de mujeres: organizadas en partidos, movimientos sociales y sindicatos; mujeres independientes; mujeres madres; mujeres que viajan con sus hijos/as; mujeres feministas; mujeres lesbianas, bisexuales y heterosexuales. Mujeres militantes, obreras industriales y rurales, estudiantes, campesinas, de pueblos originarios, profesionales, trabajadoras, amas de casas, profesoras, empleadas, etc. En definitiva, mujeres de distintos ámbitos y sectores sociales, de todas las edades. Mujeres con condiciones de vida y experiencias muy distintas.
“Año tras año las mujeres de todo el país nos reunimos para lograr que las voces de miles sean escuchadas, a través de una modalidad horizontal, abierta, democrática y participativa. Somos la expresión más importante de las luchas que desarrollamos desde los lugares de inserción: la fábrica, la casa, los barrios, la ciudad. Allí intercambiamos las experiencias, entre todas las mujeres de un punto a otro del país. Somos miles las mujeres que vamos visualizando en los encuentros que la situación de opresión en nuestras vidas cotidianas no es un destino. Y lo hacemos a través de una práctica que contradice la práctica social impuesta a las mujeres y es en los talleres del encuentro donde se recupera la voz de las que no tienen voz.[1]
La ciudad de Posadas, sede del encuentro, fue testigo de la confluencia de caminos y trayectorias, historias de vida, de militancia, de cuerpos y sentires. Circulando las calles de asfalto inusitado por la vegetación, cerca de 20.000 mujeres traíamos preguntas, intrigas, historias para compartir. Los más de 50 talleres horizontales abordaron durante un sábado y un domingo atípicos una multiplicidad de problemáticas definidas histórica y coyunturalmente: mujeres y sexualidad, familia, salud, identidad, lesbianismo, bisexualidad, violencia hacia las mujeres, anticoncepción y aborto, mujeres cabeza de familia, desocupación, trata, crisis social, organizaciones barriales, ecología, impunidad, pueblos originarios, entre muchos otros.
El día sábado, unidas en grupos de hasta cuarenta mujeres, se entretejió el debate y se fomentó la participación, dándonos el lugar para ir aprendiendo a hablar, a hacer uso público de la palabra, un acto generalmente atribuido como propio del ámbito masculino.
A través del tiempo estos talleres se han sabido consolidar como espacios en los que no hay  expositoras que concentren la palabra, paneles académicos o de difusión científica. Son talleres soberanos: lo que se discute y las conclusiones a las que se llega pertenecen solo a las mujeres que participamos de los mismos. Tienen como modalidad el consenso y no se vota, se reflejan todas las opiniones y posturas.
- La reivindicación pendiente: el aborto
El aborto legal es una de las reivindicaciones centrales del encuentro, lo cual contrasta con el lugar marginal en la opinión pública general, que tenía esta problemática años atrás. En el seno del espacio público de los encuentros, históricamente las mujeres hemos podido instalar e incidir en la legislación sobre Patria Potestad Compartida, Ley de Cupo, Ley del divorcio, Exclusión del hogar de golpeadores, Confección del listado de padres incumplidores de cuota alimentaría, sanción al acosador sexual, Ley contra la violencia familiar, Ley de salud sexual y reproductiva, y más recientemente uniéndonos a otros sectores, la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género. Pero la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, entre las tantas otras reivindicaciones pendientes, es la que el encuentro ribereño ha logrado priorizar, junto con la exigencia de declarar la emergencia nacional contra la violencia hacia las mujeres.
La invisibilización del aborto es un indicador contundente de la persistencia de las relaciones de dominación entre los géneros. La dimensión del género, para pensar la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo es constitutiva, no un atributo secundario del fenómeno. La distinción entre el mundo de los varones, como mundo oficial, y el mundo de las mujeres, como escondido, se intenta romper luchando por reconocer la soberanía sobre nuestros cuerpos. El aborto es una práctica a la vez clandestina y tolerada de hecho, que en el encuentro toma centralidad ya que nosotras –y solamente nosotras- armamos el temario que condensa el recorrido de nuestras vidas individuales y colectivas.
La lucha por el aborto legal a lo largo de los años fue tomando un carácter más incisivo en la agenda política, como demostró el último fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre aborto no punible. Arraigada en el centro de la coyuntura política del encuentro, la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito y la lucha de las Lesbianas y Feministas por la descriminalización del aborto, atravesaron parte importante de los talleres sobre la temática, como así también el repaso de las provincias que ya sancionaron el protocolo hospitalario para la concreta atención de los abortos no punibles. Puntualmente, se estima que se realizan clandestinamente 500.000 abortos cada año en nuestro país, por lo tanto el encuentro refuerza e invita a cuestionar ciertas lógicas dogmáticas, con el fin de identificar qué queremos hacer nosotras con nuestros vientres.
- Un cuestionamiento a la heterosexualidad obligatoria
Intrínseco al debate, también se plantea todo aquello que apela a la construcción de nuestra sexualidad, o nuestras sexualidades. Se abre así un espacio de confrontación a la estructura sexista tradicional, de la cuál nos vemos atravesadas todas cotidianamente. Preguntarnos sobre nuestra propia orientación sexual y cuestionar el modelo heteronormativo dominante, conlleva una crítica al sistema capitalista, que nos hace creer que las parejas son siempre entre varones y mujeres y que ellos traen la plata, para que nosotras limpiemos y cocinemos.
El placer de nuestros cuerpos, conocernos, tocarnos, hablar de nuestra sexualidad, de nuestro tiempo libre, de lo que nos gusta, de la depilación, son varios componentes que en el encuentro se nos cuelan: lesbianas, heterosexuales y bisexuales nos permitimos preguntamos, qué nos da placer, con quién queremos encontrarnos en la cama, en la plaza e inclusive, pensar en la posibilidad de autogestionar nuestro placer, empoderarlo, ser dueñas y promotoras de lo que nos hace gozar. Es así, que entre tantas mujeres, la visibilidad lésbica aparece como otro elemento central que el encuentro da lugar, ya que si históricamente el placer de las mujeres ha estado invisibilizado, ni que hablar de las mujeres que se definen como lesbianas, y que pueden decir a viva voz: la liberación ya no es solamente de mujeres heterosexuales.
Dios las cría y ellas se juntan
Los encuentros surgieron en el año 1985 cuando un grupo de mujeres argentinas participó en la clausura de la década de la mujer en Kenia (África). A su regreso surgió la necesidad de autoconvocarse para tratar la problemática específica de la mujer en nuestro país, donde al igual que en el resto del mundo, existe una marcada discriminación en el rol que tenemos en la sociedad.
El primer encuentro nacional de mujeres se realizó en la ciudad de Buenos Aires, donde participaron alrededor de 600 mujeres provenientes de Capital Federal, provincia de Buenos Aires y de 13 provincias del interior del país, desde donde también llegaron mujeres de los pueblos originarios Tobas, Mapuches y Coyas. Así, en 1986, empezaron los encuentros en nuestro país, y continuaron durante los 26 años consecutivos, reuniendo cada vez a más y más mujeres, hasta llegar a cerca de 20.000 este año en la ciudad de Posadas.
Cada año, la elección de la sede en la cuál se alojará el encuentro al año siguiente implica la necesidad de investigar las problemáticas locales. Los encuentros, en este sentido, no solamente buscan acoger a la masiva cantidad de mujeres que viajan desde los más recónditos territorios del país sino fundamentalmente visibilizar en esas tierras los conflictos que atraviesan las realidades cotidianas.
La elección de Posadas, el año anterior en el encuentro en Bariloche, tuvo como fundamento problematizar y transparentar la preocupante situación que viven las mujeres en torno a la inmensa red de trata que atraviesa la provincia lindera con Paraguay. Existe la urgencia histórica de instaurar la lucha contra la violencia sexual hacia las mujeres que son secuestradas para el consumo de prostitución. Por eso en el encuentro decimos que las estamos buscando y que no están perdidas, sino que fueron desaparecidas para ser prostituidas, en plena democracia.
Tomar las calles
El domingo cerraban los talleres mientras un cielo aplastante de calor se movía intensamente hacia los grises. Algunas gotas caían con el viento, otras gotas comenzaban la tormenta de banderas y colores. Lloviznaban las emociones, los sudores. Granizaban las palabras aguerridas delante de una ciudad  despertando de la siesta…  “nosotras parimos, nosotras decidimos”…   “Vecina, vecina salí de la cocina”… Recorriendo la ciudad, las mujeres nos atrevemos a ser miradas por curiosos y curiosas. Ya no como objetos de consumo, nuestros cuerpos llaman la atención porque están juntos, porque son muchos, porque no nos cansamos de cantar lo que queremos ser, porque nos animamos a sacarnos las remeras, al “tetazo”, una invitación a liberarnos del corpiño.
Marchar es una instancia de legitimación. Y de eso se trata tal vez todo el encuentro, de romper estructuras, de desnaturalizarnos y poner a caminar esas “nuevas mujeres”. Caminar preguntándonos ¿por qué?. Los por qués de las desigualdades de género, clase, etnia, que nos atraviesan corporal, mental y socialmente. Se caminan las iglesias, las catedrales, los edificios municipales, las empresas privadas, los locales de consumo, las escuelas. Se caminan las historias, las tristezas, las injusticias. Pero se camina también una emoción con bombo y redoblante que invita al arte, la creatividad y la catarsis en un marco llamado nosotras. Se lucha. Y la lucha de las mujeres es por una sociedad radicalmente distinta.
 “Cuando una mujer avanza, ningún hombre retrocede, crece la organización”
La disputa no está en sacarle privilegios a los varones, para invertir la relación, sino en romper el sistema de privilegios, de estereotipos y de roles establecidos. En el encuentro circulan mujeres más femeninas, más masculinas, que nos queremos sentir lindas con nuestros cuerpos, que queremos dejar de estar oprimidas y que para eso nos animamos a crear y discutir allí categorías y formas de percepción que son propias del colectivo, pero que queremos manifestar en nuestros territorios, nuestros espacios, nuestras ciudades y nuestras casas.
Es inevitable no volverse con la pregunta de qué es ser mujer y, en el mejor de los casos animarnos a de-construir nuestros cuerpos, nuestras mentes y nuestras prácticas. O, por lo menos, a saber que por esos tres días pudimos hacerlo.



[1] Explica el blog del Encuentro en Posadas: (http://27encuentronacionaldemujeresposadas.wordpress.com/).

lunes, 8 de octubre de 2012

Las formas del buen gobierno que enseña a mandar obedeciendo



Nota publicada en revista Devenir Nº 23

Sin maquillaje ni afiches multicolores, el zapatismo es capaz de contar los modos desde los que se asume su práctica política. Gracias a la presencia de l@s compañeras Luciana Levin y Sebastián Levalle, nos metemos en una reunión de noviembre de 2010 con integrantes de la Junta de Buen Gobierno de Morelia donde se revelan aspectos de la organización y la manera en que se ejerce la educación zapatista.



Luciana Levin y Sebastián Levalle se suman a esta panorámica acerca del zapatismo con un valioso aporte capaz de seguir añadiendo miradas para mejor comprender los modos de esa construcción política horizontal forjada en el sureste mexicano. Como resultado de un viaje realizado en noviembre de 2010, est@s compañer@s nos regalan el testimonio de un encuentro que varios visitantes de diferentes lugares del mundo, que llegaron a las comunidades zapatistas de Chiapas en calidad de observadores internacionales, tuvieron con integrantes de la Junta de Buen Gobierno de Morelia.
Aquí la transcripción de parte de la charla donde se aprecia tanto la necesidad de conocer y comprender por parte de los recién llegados, como la disposición de los anfitriones que, a través de coordinadores y miembros del espacio, procuran narrar la experiencia a la que dan forma con esfuerzo, decisión y compromiso.

-¿Qué criterio se usa para elegir las Juntas de Buen Gobierno?
-Compañero:   Nosotros   como   autoridades   estamos   acá representando a la Junta porque nos eligió el pueblo donde cada uno de nosotros vivimos, nos eligió que vamos a hacer este trabajo de ser autoridad,  ellos eligieron y nosotros
 aceptamos. Y también todos los trabajos que nosotros hacemos, como ser autoridades del Municipio, todo es el pueblo que lo elige y dice quién va a entrar en ese trabajo tanto comisariados, agentes, agentas. Así estamos nosotros como autoridades. El pueblo nos elige y ellos lo ven donde nos van a ubicar s: en el Municipio o en la Junta, ellos deciden.

"El pueblo nos elige y decide donde va a ubicarnos, si en el Municipio o en la Junta”

-¿Y es en las asambleas?
-Compañero: Sí, en las asambleas municipales y también en los pueblos. Porque se hace la asamblea en el Municipio y las autoridades vienen ahí y ya las autoridades van al pueblo para explicar qué es lo que escucharon en el Municipio. Por ejemplo, si las autoridades dijeron que se va a nombrar otras autoridades, pues se van al pueblo a buscar quiénes van a quedar como autoridad. En el Municipio se elige.
-Coordinador: Para completar esto de cómo se eligen las autoridades de gobierno: Uno, comenzamos por el pueblo, el pueblo elige a sus propias autoridades locales. Dos, de ahí también se pasa al Municipio; tenemos Municipios que tienen que nombrar consejos municipales, así es que se llaman. Los consejos municipales son el cuerpo que tiene que estar ahí trabajando y promoviendo todas las comisiones. No sólo los consejeros que van a nombrar ahí en el Municipio, sino que se tienen que nombrar comisiones de educación, de salud, de producción y otras más cada tres años. Entonces ya de ahí se convoca a una asamblea general de zona en la que ya abarca lo que es el caracol. Entonces de esas asambleas generales ya se quedó con la tarea cada Municipio de nombrar la representación de delegados y delegadas de la Junta de Buen Gobierno para que entre a trabajar.
-¿A partir de qué edad se puede ser autoridad?
-Coordinador: A los 15 años es normal pero cuando se ve a la compañera o al compañero que tiene una capacidad aunque tenga 14 años entonces puede entrarse a autoridad. Depende de la capacidad que demuestre cada uno, tenemos diferentes reacciones y capacidades. El pueblo lo va a evaluar que de por sí el compañero o la compañera pueda ser autoridad.
-¿Cada cuanto tiempo rotan las Juntas?
-Compañera: Cada cinco semanas estamos turnando acá, porque somos cinco turnos, entonces nos toca cada cinco semanas estar acá para estar en la Junta para ver cualquier problema agrario o lo que sea de los pueblos, lo que es de nosotros.
-¿Qué funciones tiene la Junta de Buen Gobierno?
-Coordinador: Pues las Juntas de Buen Gobierno tenemos diferentes funciones. Uno es recibir a los hermanos, a las hermanas, sociedad civil u otros hermanos internacionales que nos visitan aquí en este lugar y otros hermanos más cercanos que nos necesitan pedir el espacio para platicar o para dar una información. Pero también la Junta de Buen Gobierno reparte trabajos hacia los tres Municipios en cuestión de cómo impulsar la educación, cómo impulsar la salud, cómo impulsar la producción y tenemos más trabajos que hacer. Y también esta Junta de Buen Gobierno tiene que rendir su informe cada dos meses. Y el pueblo más bien a nivel de representación de autoridades de los tres Municipios, desde los agentes, comisariados y comisariazas. desde los consejos municipales, tiene que tener su representación en cuando la Junta de Buen Gobierno hace su informe. En la Junta de Buen Gobierno el pueblo es la máxima autoridad.
Entonces son esas misiones y también que todo tipo de trabajo colectivo pues que sean equitativos. Y también por algún dinero que más bien la junta puede tener presente aquí o algunos hermanos que como ustedes visitan así de cualquier país dejan una donación, esas donaciones se tienen que repartir equitativamente en cada Municipio. La Junta de Buen Gobierno no la gasta sino que se la manda a los pueblos y en los pueblos tienen que comprobar sus necesidades y sus cuentas en la construcción que se realizó sea en cuestión de salud, de educación, de producción. Porque hay muchas cosas que el pueblo necesita. Pero también en cuestiones de recursos, la Junta tiene que ver cómo puede distribuir algún pequeño dinero que tenemos a nuestro alcance para impulsar más los trabajos colectivos en cada Municipio y a nivel de pueblos que conforman la JBG.

"La Junta de Buen Gobierno reparte
trabajos hacia los tres Municipios
sobre  cómo impulsar la educación, la
salud, la producción y tiene que
rendir su informe cada dos meses"

-¿Cada cuanto se reúnen las juntas y para qué?
-Otro compañero: Bueno, pues, nosotros como Junta nos reunimos cada tarde en cada semana. Nos reunimos en cada tarde para informar cómo fue el trabajo en este día o si salió una comisión para ver un problema, otra comisión para hacer otro trabajo, y en cada tarde hacemos reuniones para informar cómo quedaron los trabajos en cada día. Y también como Junta que somos cinco turnos acá pues a veces hacemos extraordinarias cuando hay un punto o un trabajo importante. Llamamos a todos los delegados que son de la junta y hacemos reunión para ver los puntos. Y también como delegados hacemos asamblea cada dos meses con toda los bases del pueblo. 



-¿Cómo se organizan para resolver los temas de salud o educación?
-Coordinador: Pues, para nosotros cada área convoca su reunión, aparte de que nosotros, como delegados, cada dos meses realizamos reuniones, pues tiene que estar en todas las comisiones de producción, de salud, de educación y de los otros que tenemos que tener. De diferentes autoridades tienen que estar presentes aquí en este auditorio para tener las reuniones. Una asamblea general, a nivel de comisiones y a parte que cada comisión que tenemos pues tiene que hacer sus propias reuniones. Porque tenemos comisiones internas de cada municipio que venir aquí en este caracol para tomar sus acuerdos, para ver el avance, para tomar fechas importantes para la realización de trabajos o actividades que se necesitan y cada municipio tiene que estar.
-¿Quiénes deciden la división de tareas?
-Coordinador: Pues la división de tareas, el pueblo tiene que decir qué es lo que se necesita hacer, entonces de ahí pues entrega la decisión a nosotros, como delegados y delegadas de la Junta. Entonces después, cuando el pueblo nos encarga ese trabajo, tenemos que entrar nosotros a promover esas tareas que nos dieron y lo promovemos y tenemos que mandar al pueblo nuevamente para que ellos realicen el trabajo. Entonces más bien ellos proponen, ellos dicen, qué es lo que tienen que hacer y la Junta tiene que aceptar y mandar nuevamente hacia el pueblo para que ellos vayan a hacer la construcción o el tipo de trabajo que necesiten hacer.
-¿Las JBG de este caracol de Morelia se reúnen con las JBG de los otros caracoles?
-Coordinador: Sí, nos juntamos cuando necesitamos tener una plática que a veces surge en nuestro lugar o les surge a ellos en sus lugares, entonces buscamos fecha y buscamos un lugar donde realizamos esa reunión. Pero de que tengamos fechas importantes para celebrar esa reunión no, cuando sea necesario sí nos comunicamos, pero cuando no, pues tampoco no le podemos quitar sus tiempos porque tenemos diferentes actividades que realizar.
-¿Cuántas personas integran en cada junta?
-Coordinador: En cada Junta los delegados conforman dieciséis, ocho hombres, ocho compañeras. Y la vigilancia igual: ocho compañeros y ocho compañeras. En cuestión de información, así le llamamos, forman de tres a cinco, es variado. Así es nuestra estructura de representación de cada oficina.


La experiencia educativa

-¿Las comunidades participan en la educación?
-Compañera: sí participan todos los pueblos, en diferentes
pueblos o municipios pues participamos todos en la educación,
porque en realidad, los pueblos y los municipios tienen sus
promotores de educación y cuando hay necesidad de recibir
pues un taller de educación pues lo mandan a los promotores
de educación en el municipio o en la zona, pues a los que dan
los talleres. Así que los pueblos tienen esa obligación de
mandar sus promotores de educación.
-¿Cómo arman los programas?
-Coordinador: Los programas se crean en cada reunión de compañeros y en cada área, por ejemplo educación tiene su propia comisión interna desde el pueblo, tiene su propia comisión que es regional y tiene su propia autoridad en cuestión de municipal   y   tiene  su propia  comisión   hasta de ser comisión de zona.
De   comisión   de  zona tiene su propia autoridad que conforma la JBG.
Entonces esa comisión de educación tiene su área, tiene su especialidad  que construyen esos tipos de programas sobre qué se necesita hacer, qué tipo de trabajos se necesita hacer, qué más programas se necesitan construir. Entonces desde el pueblo tiene que llegar a la JBG, porque ella es la que tiene que dar más bien el aval para que se
pueda hacer, pero la autoridad es del pueblo que tiene que presentaren la Junta.
-¿Existe un programa?
-Otro compañero: pues existe todo lo que es matemática, lo que es la naturaleza y siempre los niños tienen que aprender cómo estamos viviendo aquí en Chiapas.
-Coordinador: en cuestión de temas está la matemática, la naturaleza, la lectoescritura, el sistema de producción, salud, educación, geografía...esas son las materias que tenemos presentes con todos los alumnos y alumnas a nivel de escuelas en  cada pueblo y a nivel  de escuelas secundarias que conforman la JBG.

"Desde los padres de familia o desde
los ancianos y ancianas que conforman
este caracol se puede enseñar en
cualquier tipo de cosas que les sirva
a los alumnos"

-¿Cómo hacen si una familia o el pueblo en general quiere tratar
un tema nuevo en la educación?
-Coordinador: hay ese espacio, ese es el objetivo general.
Desde los padres de familia o desde los ancianos y ancianas que conforman en este caracol pues si tiene esa esperanza de enseñar en cualquier tipo de cosas que sí le sirve para los alumnos, para eso abrimos espacio también, y de por sí, eso es lo que se está rescatando. No podemos distinguir y quitar: "no tu no puedes participar". Si me da la voluntad de que voy a enseñar a los alumnos tal cual como tengo presente hasta ahorita una historia o un trabajo que necesita dejar a los niños pues de igual forma comparten la historia de la vivencia de nuestros abuelos.
¿Entonces puede llegar un abuelo y compartir su conocimiento en un aula con los niños?
-Coordinador: sí lo puede compartir, más bien en los usos y costumbres, más bien como se viviera en aquel tiempo, pues hay muchas cosas aje comentar ahí. más bien en las vestimentas, cuestión de música, en cuestión de ceremonias, de para qué esos encuentros, cuando hay muchas cosas de lo que es la historia.
-¿Y de la producción?
-Coordinador: Si' de la producción igual porque todo hay diferencia en aquel tiempo que hasta la fecha, se tiene que rescatar lo que de nuestros antepasados le hemos olvidado. Tenemos que rescatar y poco a poco vamos a poder construir.
¿Se sigue el sistema tradicional de cursos por edad?
-Compañero: Al primer nivel son los niños que estudian de cuatro de cinco de seis años, que tienen esa edad. Y el segundo nivel son los que tienen de seis a doce años. Y los que tienen tercer nivel son los que tienen de doce a quince años en adelante. Pero dependiendo también ¡a capacidad de cada alumno, de cada alumna. Aunque sea de menor edad pero si entiende más en cuestión de toda esa educación, no importa a qué edad tiene. Si está en edad de 8 años y tiene que pasar al tercer año, más bien está bien capacitado, entiende bien en cuestiones de materias que se imparten.

"los programas educativos se crean en cada reunión de compañeros y en cada área"

-¿La educación es bilingüe?
-Compañera: La educación que tenemos nosotros no es bilingüe porque no dependemos pues del gobierno, simplemente es una escuela autónoma y la escuela autónoma estamos realizando pues para rescatar todo lo que ya hemos perdido pues de nuestras culturas: enseñarle a todos los niños y niñas para que así podamos rescatar las culturas que ya hemos perdido. Así que esa educación que tenemos no es bilingüe, es en nuestras lenguas maternas. -Y en el caso de aquí donde hay tojolabales, tzeltales y tzotziles ¿cómo hacen?
-Coordinador: Pues tenemos que comunicarnos, cada lengua que hay tiene su representación, hay compañeros que sí entienden la lengua castellana para traducir con la lengua tzeltal. Y así nos estamos comunicando. Pero sí cada lengua tiene sus propios delegados, sus propios autoridades que sí tienen que impartir en sus propias lenguas.




martes, 11 de septiembre de 2012

Primera muestra de fotos latinoamericanas


Después de dos años de viaje por nuestro continente inauguramos la primera muestra de fotos, en esta ocasión, se trata de un conjutno de retratos de compañerxs de los diversos pueblos indígenas en lucha.
Abajo la invitación y el texto que acompaña las imágenes en el Auditorio de Sociales de la Universidad de Buenos Aires.



Los mensajes de nuestros abuelos nos enseñan a vivir en equilibrio, quizás en español tengan poca traducción. El idioma es una forma de cómo se ha mantenido nuestra cultura. Nos prohibieron usar nuestro idioma, nos prohibieron usar nuestros trajes… quizás igual son trajes coloniales, impuestos, pero nuestras abuelas dijeron: “bueno, en los trajes vamos a escribir mensajes” Nuestras abuelas no escriben con lapicero, no saben leer y escribir en español, pero sí saben transmitir mensajes en la ropa, sí saben transmitir mensajes en nuestra comida, en nuestros idiomas… la tradición oral se ha mantenido, nuestro calendario también. (…) Y ahora estamos tomando fuerza para decir: “aquí estamos, no pudieron acabar con nosotros, podemos dar un aporte a la humanidad”


Dolores Sales – Pueblo Mam, Guatemala – 2010.


Bajo los surcos de colores que siembran ponchos y aguayos se entrelaza la resistencia circular de los pueblos indígenas. Sus miradas de lana tejen un territorio memorioso, un horizonte de lucha se hilvana en las sonrisas que caminan. Desde los pies hasta la cabeza de nuestro hermoso continente las marchas ancestrales una y otra vez se unen contra aquella terca tradición moderna de imponer el norte y la línea recta, por sobre los otros mundos posibles.

En este trabajo hemos pretendido retratar algunos de esos rostros que habitan la identidad latinoamericana al calor de la lucha cotidiana por la defensa de la madre tierra, por la autonomía política de sus pueblos y por el reconocimiento de sus saberes ancestrales.



Este trabajo fue realizado en Bolivia, Ecuador, México y Perú durante los años 2009 y 2010.

Fotografías y texto: Luciana Levin y Sebastián Levalle.


domingo, 5 de junio de 2011

Cuando la investigación se vuelve minga de pensamientos

Los pueblos indígenas del sur colombiano y su lucha por la educación propia

Sebastián Levalle y Luciana Levin
Para Desinformémonos

El Centro Indígena de Investigaciones Interculturales de Tierradentro es un espacio de articulación de las organizaciones del Cauca que busca socializar y construir el conocimiento propio, generando alternativas de desarrollo a partir de la cosmovisión y el territorio. El Centro es producto de la lucha del Consejo Regional Indígena del Cauca que lleva más de 30 años construyendo un proyecto educativo desde la autonomía y la lengua de sus pueblos.

En una de las calles empedradas del centro colonial de Popayan descansa la Universidad Autónoma Indígena Intercultural, una universidad que hunde sus raíces en la historia y la apuesta educativa de los pueblos indígenas de la región del Cauca, en el sur colombiano. Adentro del pequeño edificio conversábamos con Inocencio Ramos. “Cuando decimos universidad no estamos hablando de infraestructura sino de gente pensando. Si quieren conocer el proceso de investigación tienen que venir al Centro Indígena de Investigaciones en Tierradentro”, la frase de Inocencio, integrante del CIIIT, se acomodó en la mochila y al día siguiente partimos hacia Belalcázar, la cabecera municipal de Tierradentro, en un viaje empolvado en el cual se sucedían militares pertrechados detrás de las bolsas de arena que las FARC y el ELN han puesto de moda.

Tierra de volcanes nevados, de selvas ambiciosas, de calores constantes y de espontáneos vientos helados, Tierradentro era, para los conquistadores españoles, la tierra impenetrable, de ahí su nombre. Para los nasa, una de las comunidades ancestrales que la habita desde antaño, la tierra es Kiwe, la “Casa Grande”, creada por Uma y Tay, los progenitores vientos que arremolinaron sus saberes y sus pasiones. Dicen los nasa que al ver que los hombres y las mujeres peleaban sin entenderse, estos bisabuelos hicieron vibrar la tierra juntando a los hombres y las mujeres en un gran abrazo colectivo que dio nacimiento a la tierra tal como hoy la conocemos.

En Tierradentro habitan alrededor de 25.000 indígenas, reunidos en Resguardos y organizados en cabildos –estructuras administrativas impuestas por los españoles que con el paso de los años han sido reapropiadas por las comunidades. También habitan la lucha armada, los campamentos sigilosos, los militares y sus comisarías atrincheradas, las multinacionales, los asesinatos y las impunidades. Una historia compleja emergida de la Colombia del siglo veinte, que da cuenta de los conflictos por la tierra y por el poder.

El Consejo Regional Indígena del Cauca –CRIC- es producto de esa historia. El CRIC comienza sus primeros pasos en 1971 a partir de la lucha contra la concentración de las tierras indígenas y contra el terraje –un impuesto que los terratenientes cobraban a los antiguos dueños de las tierras expropiadas. Desde el surgimiento de la organización se han recuperado más de 250.000ha, aumentando en un 80% el territorio indígena del Cauca. Además, la organización consiguió incorporar varias de sus demandas en la reforma constitucional de 1991 como el reconocimiento de la diversidad étnica nacional, la propiedad comunal de los territorios indígenas y el derecho al autogobierno y a una educación propia. El último paso en la construcción de una propuesta educativa propia ha sido la conformación del Centro Indígena de Investigaciones Interculturales de Tierradentro, un espacio dedicado al fortalecimiento de los procesos comunitarios en marcha.

El Centro Indígena de Investigaciones Interculturales

El CIIIT tiene su espacio físico en el pueblo enmontañado de Belalcázar, a 300 metros del río Paez, que serpentea las quebradas de montañas verdes que habitan esta parte de Tierradentro. Este centro de investigaciones fue creado en el 2003 para fortalecer el proceso de educación propia que el CRIC viene desarrollando desde los años ´80. Una vez establecidas las escuelas comunitarias se volvió necesario abordar la formación de maestros y maestras desde las realidades y visiones de los pueblos. El CIIIT, junto con la Universidad Autónoma Indígena Intercultural, vino a aportar elementos para la construcción de los currículos propios y de los materiales pedagógicos para estudiantes y docentes. Pero este centro de investigaciones nació desde el interior de la estructura comunitaria, fueron los propios cabildos indígenas los que decidieron su creación y quienes le asignaron las tareas prioritarias.

“El CIIIT es una estructura de las Asociaciones de Cabildos, lo que pretende es lograr estrategias de formación y de investigación para socializar y para producir el conocimiento propio mediante las investigaciones en la comunidad.” Nos explicaba Gentil Guejia, encargado del CIIIT. “Nosotros lo que hemos hecho como centro es crear investigaciones, pero las investigaciones están dadas en términos muy puntuales, asociadas directamente a las problemáticas que se viven en Tierradentro. Lo que pretendemos es que desde la comunidad surjan las propias áreas de estudio y que no estén impuestas, para poder orientar nuestros propios contenidos”. Desde esta perspectiva el centro ha venido trabajando en diversos proyectos, entre los cuales resaltan el Programa de Formación en Desarrollo Comunitario, el Sistema de Alerta Temprana para la Gestión de los Riesgos Naturales, el apoyo a los Proyectos Educativos Comunitarios que desarrollan las escuelas y la investigación en matemáticas desde la cosmovisión y el nasayuwe –la lengua de los nasa- para generar materiales docentes.

Repensando el desarrollo

“¿Qué entendemos por desarrollo desde la espiritualidad nasa?”, preguntaba Húber Castro, integrante del Consejo de Educación de Tierradentro y ex gobernador del resguardo de La Argentina, en la mañana soleada del poblado de Belalcázar. “Ahora pensamos que ser desarrollados es tener hartos potreros, deforestar la montaña dejando sin casa a los espíritus, tener carreteras”. Lo escuchaban autoridades de los cabildos y varios miembros del CIIIT en una reunión que se proponía ajustar algunos aspectos del programa de desarrollo comunitario. Inocencio continuaba la reflexión que se coloreaba entre pinceladas de nasayuwe y español: “La selva es la casa de los espíritus, acabar con ella es dejar a los espíritus sin casa. Este sistema espiritual es el que protege la naturaleza y asegura la subsistencia mediante un desarrollo sostenible”. Detrás de las palabras surgía un acuerdo: la mentalidad racional no alcanza para pensar y construir el desarrollo comunitario.

Para los nasa nuestro planeta tiene tres mundos: el Mundo de Arriba en el que viven la luna, el sol, el cielo azul, los espíritus mayores, el trueno y las estrellas; el Mundo de Acá en el que viven los nasa y todos los seres y elementos que habitamos la superficie de La Tierra –Kiwe-; y el Mundo de Abajo en donde están los minerales y los pequeños seres que los cuidan –los Tapanos. Para los nasa todo tiene vida. Ellos mismos son hijos de Kiwe –la tierra. “Lo importante es no separar cuerpo y pensamiento, no dividir entre natural y sobrenatural. Todo es natural, todo tiene vida. El Mundo de Arriba es también lugar de espíritus, es por eso que las multinacionales no nos pueden cobrar por las ondas que viajan por el aire”, explicaba Gentil.

El Programa de Formación en Desarrollo Comunitario se creó con el objetivo de sumar elementos a la definición de los Planes de Vida -las estrategias colectivas de desarrollo que las comunidades quieren construir- que se vienen consensuando en asambleas desde 1991. Para armar este programa se realizaron diversos talleres durante dos años con las autoridades tradicionales, los mayores y las comunidades. Además participaron los equipos educativos de los cabildos, el Consejo Educativo de Tierradentro y la Universidad Autónoma Indígena Intercultural. En estos encuentros se decidió que el programa sea concebido como un espacio para la construcción de la autonomía y que sirviera como una estrategia para la defensa integral del territorio frente a las diversas amenazas existentes, que van desde la presencia de los actores armados hasta los planes inconsultos de las empresas multinacionales. “Contamos ahorita con estudiantes provenientes de 18 resguardos. Cada estudiante tiene la posibilidad de aportar de una manera muy directa a los cabildos en las problemáticas que aquejan en Tierradentro. Problemáticas en torno a las minas, en torno al asunto de Parques Nacionales, con los planes de intervención que vienen desde afuera, por ejemplo los planes de turismo. Entonces a partir de todas estas problemáticas hemos tenido una articulación de manera directa con los cabildos” nos explicaba Gentil.

La gestión intercultural de los desastres naturales

Todavía era de noche cuando comenzamos a bajar los cerros desde Belalcázar para atravesar el río Paez, comenzando el camino hacia Vitoncó. La figura imponente del volcán nevado del Huila asomaba vigilante en las quebradas del camino. A medida que aclaraba la mañana el manto gris de cenizas que emanaba del volcán envolvía el horizonte y se refugiaba en la vegetación. En febrero del 2007 el Huila se reactivó expulsando grandes cantidades de ceniza y amenazando con una erupción de magnitudes incalculables. Desde entonces Tierradentro vive en alerta permanente y las comunidades viven en la rutina de ver morir a sus animales y sus cultivos.

Frente a esta amenaza el CIIIT decidió fortalecer los procesos de prevención del riesgo que se habían desarrollado desde 1994 después de que un sismo dejara un saldo de mil muertos en el Cauca. A raíz de este desastre surgió la necesidad de encontrar una forma eficaz de prevención, que considerara el desarrollo local -Plan de Vida-, que partiera de la cosmovisión y que naciera desde las propias comunidades. Las autoridades tradicionales de los cabildos comenzaron un proceso de planeamiento para la prevención y mitigación de los riesgos. El eje de este trabajo fue el conocimiento de los Thê´ wala. Estos médicos han sido durante siglos los encargados de darle de beber y echarle alimentos al nevado para mantener el equilibrio cosmogónico. Cuentan los abuelos que los nevados son los lugares por donde respira el sol que está adentro de la tierra pero que también son los oídos por donde la tierra escucha los mensajes de los Thê´ wala. Según dicen, cuando Kiwe –la tierra- era aún joven, el Huila estaba creciendo del tal forma que llegaría hasta el Mundo de Arriba donde están los bisabuelos Uma y Tay. Entonces los Thê´ wala comenzaron a mediar porque si el volcán llegaba hasta los bisabuelos, éstos se enfadarían mucho con los nasa. Los médicos tradicionales realizaron un ritual en el que dieron de comer y de beber al Huila, logrando que el nevado mantuviera su tamaño actual de 5350msnm. El compromiso de la comunidad y de los Thê´ wala fue mantenerse conversando y alimentando al Huila constantemente para mantener el equilibrio y la armonía del territorio.

El Plan de Gestión de Desastres Naturales trabaja interculturalmente combinando los conocimientos tradicionales, como los cateos del territorio por parte de los Thê´ wala, y las herramientas occidentales resignificadas desde la lógica comunitaria como el sismógrafo. “Cuando las hormigas salen todas juntas significa que viene un temblor”, nos explicaba un anciano en la vereda de Vitoncó. Los abuelos nasa leen las nubes y son capaces de predecir los acontecimientos mediante el análisis de los sueños, todos estos elementos son considerados por el CIIIT a la hora de elaborar el plan.

El trabajo se realiza junto con la comunidad mediante la metodología de la cartografía social, que consiste en la elaboración colectiva de mapas donde se evalúa la interacción de las diversas relaciones sociales en el territorio. Esta metodología, que retoma los postulados de la investigación-acción participativa, es utilizada como un mecanismo de diagnostico comunitario, posibilitando, a su vez, el planeamiento de estrategias ante el riesgo y legitimando el conocimiento del territorio por parte de los actores sociales indígenas.

Construyendo esperanza desde la autonomía: los Planes de Vida comunitarios

“La autonomía es el control territorial. Significa tener la capacidad de decidir en cuanto a lo que nosotros pensamos, en cuanto a lo que nosotros planeamos”, Gentil nos explicaba el significado de un concepto que en la realidad colombiana se vuelve más complejo. El Ejército Nacional considera a los pueblos indígenas como sus enemigos y las fuerzas guerrilleras pretenden utilizar a las comunidades nasa como base de reclutamiento. Los abusos y las amenazas a la autonomía han sido constantes. Unos días antes de nuestra estadía en Belalcázar los mensajes de las Águilas Negras, uno de los grupos paramilitares que actúan en Tierradentro bajo el amparo implícito del Estado, habían llegado a las puertas del CIIIT. La idea era clara: abandonar la lucha o enfrentarse a la muerte. La lista larga de dirigentes y líderes indígenas asesinados ya supera las 400 víctimas y continúa escribiéndose día y noche. Sin embargo, el CRIC no ha dejado de defender su territorio. La organización se propuso revitalizar la Guardia Indígena, un colectivo compuesto por niños, mujeres y adultos que salen a defender pacíficamente su territorio y su capacidad de definir el Plan de Vida comunitario. Cada vez que un actor armado pretende instalarse sin su consentimiento la Guardia Indígena lo enfrenta con sus bastones de mando.

Guillermo “Mencho” Santamaría, integrante del CIIIT y promotor de la cartografía social, hablaba en la asamblea de Vitoncó frente a un círculo conformado por las autoridades del cabildo y 25 integrantes de la Guardia Indígena de la comunidad. En un papelógrafo dibujaba un rombo ubicando en cada una de sus puntas a las amenazas que existen en el territorio nasa: el volcán nevado del Huila, la minería, el petróleo y los desastres ambientales. Una flecha vinculaba a todas estas amenazas con el fenómeno de la militarización. “Para poder decidir por nuestra cuenta qué queremos tenemos que conocer nuestro territorio, para eso hacemos los mapas, escuchando a los mayores”, decía Mencho. El objetivo del Plan de Vida es ajustar o potenciar el camino ya trazado en función de las condiciones actuales. Este ejercicio colectivo de reflexión y planeación del desarrollo permite mirar hacia la historia de la comunidad, reconocer sus fortalezas, identificar las amenazas y pensar un modo comunitario para resolverlas. Los planes de vida comunitarios comenzaron a desarrollarse a partir de 1991, y se legalizaron con la Ley Orgánica de Planeación Territorial -152- de 1994. Este marco legal ha legitimado la búsqueda constante del CRIC y de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca por lograr un desarrollo endógeno, alejado del modelo de desarrollo occidental.

Redefiniendo la Investigación

“La apuesta política es ver cómo se posiciona el tema del conocimiento propio porque una de las realidades mas sentidas en el territorio es que a nosotros nos han enseñado que hay un conocimiento universal y que los pueblos indígenas no tienen sabiduría y no tienen conocimiento”, Gentil planteaba sin vueltas el desafío que el CIIIT tiene por delante. La investigación es concebida por el Centro como un elemento clave para comprender los procedimientos y los tiempos y espacios que cada cultura genera para construir conocimiento: “La investigación es un elemento fundamental para compartir el conocimiento que está en la memoria y las vivencias de nuestras comunidades”.

El proceso de trabajo llevado a cabo para la publicación de un material de formación docente titulado “Matemáticas en el mundo nasa” ilustra la forma en la que se piensa la investigación. Toda la experiencia de producción del libro fue asumida como un espacio de formación comunitaria: “La investigación fue un proceso de autorreconocimiento porque permitió descubrir qué tanto conocemos de nosotros mismos”, escribía Natalia Caicedo, una de las integrantes no indígenas del CIIIT. La investigación comenzó a partir de las inquietudes comunitarias en el campo de la matemática. Sobre esa base se organizaron asambleas durante un año donde se pudo dialogar colectivamente. Luego se recorrió el territorio y se presentaron los avances para lograr la validación de la comunidad y poder plasmar de forma sencilla y bilingüe los resultados.

“En este proceso de formación hemos tenido en cuenta los conocimientos que hay en nuestras comunidades, que surgen de la tierra y son para la vida, y que los expresamos mejor cuando hablamos en nuestra propia lengua, el nasayuwe, porque nos permite manifestar la vitalidad de nuestro pensamiento y cosmovisión”, escribía por su parte Gentil en la introducción del libro. Mientras almorzábamos con los miembros del cabildo en Vitonco, Gentil nos decía: “Queremos mirar cómo la lengua o cómo el nasayuwe, en nuestro caso, sirve de puente para generar conocimiento”. La lengua, en tanto elemento activo en la construcción de la cosmovisión, resulta indispensable para generar una epistemología capaz de fundamentar la pedagogía propia. En nasayuwe la actividad de pensar se dice ûusyahkx, donde ûus significa “corazón” y yahkx quiere decir “pensar”. Cuando los nasa piensan no abandonan sus sentimientos.

Es así como el CIIIT resignifica la investigación, una actividad típicamente occidental, como una herramienta propia. Este proceso de incorporar elementos externos pero desde las categorías culturales indígenas es una de las claves que el CRIC ha encontrado para revitalizar la cultura y la organización comunitaria. Primero fueron los cabildos, luego la escuela y ahora la investigación. Gentil lo dice con palabras precisas: “Nosotros consideramos que la investigación es una herramienta política. Lo que estamos mirando es que hasta hoy hay una problemática muy grave que es que la escuela es considerada como el único centro de conocimiento y precisamente la actitud de los padres de familia parte de la premisa de que ellos no son portadores del conocimiento. Por ende, lo que se busca con la estrategia de investigación es precisamente mostrarles que ellos sí son portadores del conocimiento. Su conocimiento de hecho puede aportar a un ejercicio directo de lo que significaría para nosotros el plan de vida, la defensa del territorio”.

Este ejercicio de participación y construcción colectiva del conocimiento es lo que el CIIIT denomina “Minga de pensamiento”, recuperando la figura del trabajo comunitario que hasta hoy se desarrolla en las comunidades. Aldo Parra, matemático bogotano colaborador del CRIC, escribía en el libro de matemáticas publicado por el CIIIT: “Los mayores nasa son como libros que andan. Los libros en las bibliotecas son como los mayores que nos esperan en una tulpa a contarnos sus historias. A ambos hemos buscado.”

Enlaces:

Página de la Asociación de Cabildos Indígenas Nasa

Página del CRIC

Página de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca -ACIN-

¿Qué pasaría si la escuela…? - Libro acerca de la historia de la educación en el CRIC

Cosmovisión del pueblo indígena Nasa en Colombia, reducción integral de los riesgos, planificación y desarrollo sostenible - Informe sobre el Programa del CIIIT

martes, 3 de mayo de 2011

Entre el Estado Plurinacional y la Colonia: La educación de los pueblos indígenas en Ecuador y las luchas por la autonomía

Sebastián Levalle y Luciana Levin

Para Desinformémonos


Los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador han luchado desde los años cincuenta por una educación liberadora. La DINEIB, un espacio de autonomía y negociación adentro del Estado, fue la forma más cercana a aquel proyecto. Sin embargo, el gobierno actual ha desarticulado esta institución indígena al quitarle su característica más importante: la participación de las organizaciones.

“La DINEIB es un espacio que nos ganamos los pueblos indígenas dentro del Estado.” Bajo la mirada preocupada del volcán Pichincha, Mariano Morocho acomodaba con calma las palabras en la mañana quiteña. Quien fuera uno de los históricos directores de la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe nos explicaba en la sede del Ministerio de Educación que la DINEIB es una de las cuatro instituciones dedicadas a los Pueblos y las Nacionalidades del Ecuador que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador -CONAIE- ha logrado construir en su demanda de un Estado Plurinacional. El Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador, la Dirección Nacional de Salud Indígena, y el Fondo de Desarrollo de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Ecuador completan el abanico y son el producto de sucesivas luchas del movimiento indígena desde los años ochenta. “Muchas peleas dimos las nacionalidades y los pueblos para lograr nuestra propia educación, desde las escuelas de Cayambe con Dolores Cacuango hasta la DINEIB.” Mariano orientó sus ojos de tierra hacia la cordillera y comenzó a contarnos la historia que los abuelos cuentan.

En Ecuador hay mamas y taitas: volcanes ancestros y ancestras que no sólo habitan la tierra desde hace mucho tiempo sino que también comparten con sus pueblos penas empinadas, alegrías vertiginosas y asambleas encendidas. Algunos aparecen en la vida diaria de los ecuatorianos, evacuando sus pensamientos en espesos humos y chisporroteos esporádicos. Otros interrumpen la rutina, abandonando sus nublados escondites, desafiando a los colonizadores de la tierra, los hombres y sus montañas de memoria. Estos sabios y sabias, de arrugas añejas, son también parte de una realidad que se configura en torno a la historia del Estado Nación ecuatoriano y el devenir de sus más antiguos caminantes en el movimiento indígena.

Los abuelos hablan de que la mama Cayambe, una prepotente volcana de 5800 msnm y frías canas en el norte ecuatoriano, andaba orgullosa cuando dos de sus hijas, Dolores Cacuango y Tránsito Amaguaña, lograron levantar la Federación Ecuatoriana de Indios, primer hito institucional de la historia del movimiento indígena ecuatoriano, en 1946. Estas lideresas desarrollaron la lucha contra los patrones de estancias y el huasipungo –un sistema de trabajo cercano a la encomienda-, se incorporaron al Partido Comunista y llegaron a viajar a la Unión Soviética. Junto a sus pueblos fundaron las primeras escuelas bilingües del país, absolutamente al margendel Estado Nacional, el cual atendía en sus escuelas castellanas a los pobladores citadinos. A través de los siglos, los territorios indígenas del Ecuador habían sido considerados “tierra de misiones”. Se habían instalado por ahí misioneros jesuitas, misioneras lauritas, el Instituto Lingüístico de Verano, la Misión Andina, las escuelas radiofónicas católicas y las escuelas confesionales shuar desarrollando distintas versiones de una educación evangelizante y asimilacionista en regiones geográficas abandonadas por el Estado. El ser indio representaba el atraso y regía en las élites gobernantes la convicción de que pronto desaparecería aquel vestigio del pasado vencido.

Tiempo después de las luchas de Tránsito Amaguaña y Dolores Cacuango el volcán taita Pichincha, humeando al costado de Quito, tuvo el privilegio de anunciar la creación de la Confederación de Nacionalidades y Pueblos Indígenas del Ecuador, instancia que agrupó a las trece nacionalidades y a los dieciséis pueblos indígenas del país. El movimiento supo combinar las demandas antineoliberales con las etnoculturales, luchando por los derechos de los pueblos y las nacionalidades indígenas y reivindicando el derecho a crear su propia institucionalidad, cuestión que se tradujo después de 1993, en la propuesta de creación de un Estado Plurinacional. Las sucesivas movilizaciones impulsadas por la CONAIE logaron finalmente la convocatoria a una Asamblea Constituyente en 1997 y a una segunda Asamblea en el 2007 que redactó la actual Constitución del país, donde se declaró el carácter plurinacional del Estado.

Una propuesta hecha realidad: la educación según las necesidades de los pueblos y las nacionalidades

El sueño descolonizador de las luchadoras de Cayambe se cumplió en 1988 con la creación de la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe. Finalmente el Estado aceptaba la demanda de la educación intercultural que tanto había costado y, lo más importante, lo hacía respetando la autonomía que los pueblos y las nacionalidades habían sabido defender. La DINEIB fue fundada mediante un convenio de cooperación entre el Ministerio de Educación y la CONAIE en el cual se definió su estructura y las responsabilidades de cada una de las partes. La CONAIE logró entonces una conquista clave: reservarse el derecho de elegir las autoridades de la flamante institución.

El sistema de educación intercultural opera desde entonces en 2.150 centros de educación básica, 13 institutos superiores y 142 secundarios, llegando casi al 30% de la población escolarizada. Desde el programa se desarrollan investigaciones en las comunidades que sirven de base para la conformación de los materiales pedagógicos, se forman docentes y se debate entre las distintas organizaciones sobre el rumbo y los objetivos de la educación indígena. El Modelo del Sistema de Educación Intercultural Bilingüe utilizado por la DINEIB fue el producto del trabajo conjunto entre la CONAIE, especialistas de variadas disciplinas y el Ministerio de Educación: “Desde las organizaciones evaluamos que los maestros asignados a las escuelas en regiones indígenas desconocían la realidad de nuestros pueblos, nuestra lengua y nuestra cultura, desvalorizando a la persona. La educación que nos ha tocado siempre promovió la integración al mundo mestizo, generando el abandono del campo y la migración. Por eso propusimos este otro modelo, para lograr una educación verdaderamente intercultural y bilingüe que nos permita desarrollarnos a nuestro modo”, nos comentaba Mariano. Luis Montaluisa, otro director histórico de la DINEIB, afirmaba hace varios años: “Una de las claves de este modelo es la participación de las comunidades; siempre ha habido una educación comunitaria, los padres y los miembros de la familia han enseñado a convivir racionalmente con la naturaleza y con los demás miembros de la comunidad.” Para intentar tejer un puente entre las formas tradicionales de educación y la escuela, la DINEIB trabaja con la participación de todos los actores: la comunidad y las organizaciones proponen a los profesores y educadores bilingües, los maestros deben vivir en la comunidad y participar activa y críticamente de los problemas de su entorno. El modelo de educación intercultural se enfoca en la persona buscando fortalecerla frente a la historia de colonización y discriminación a que ha estado expuesta y privilegia el uso de la lengua materna que es acompañada por el español como lengua de relación con el resto de la sociedad.

“El proceso comienza con la investigación participativa, luego un grupo de técnicos van sistematizando y van produciendo el material en diferentes lenguas dependiendo de las áreas y de los contenidos que se hayan determinado. Cada lengua nos habla de quienes somos. Ahora estamos formando investigadores en las lenguas de las nacionalidades para que ellos investiguen sus propias lenguas”, comentaba Mariano mientras nos mostraba materiales pedagógicos y despachos laboriosos en el sexto piso del Ministerio de Educación. Revalorizar la cultura propia, fortalecer la lengua y los procesos comunitarios en función de una mejora de la calidad de vida de las comunidades, esos son los objetivos manifiestos del modelo. La participación de los estudiantes en las organizaciones de sus comunidades es también impulsada bajo la premisa de que los pueblos y las nacionalidades del Ecuador deben tener la libertad de construir sus propias opciones de desarrollo. Respecto de los contenidos de la educación, uno de los puntos interesantes del modelo propuesto es la inclusión de las luchas indígenas a lo largo de la historia, superando la invisibilización a la que siempre los ha condenado la historia oficial. Desde esta perspectiva se abordan también a partir del tercer nivel las relaciones sociales ancestrales de las comunidades, como por ejemplo, el sistema andino de trabajo comunitario –la minga- y los mecanismos de trueque.

Sin embargo, entre la realidad y el ideal hay una distancia que exige soluciones creativas y un compromiso del conjunto de la sociedad y del Estado. “Tenemos que trabajar mucho, porque primero contamos con maestros que han sido formados en otro sistema. En ese sentido hay dificultades, hay que entender cuál es la problemática de implementar un sistema de educación intercultural bilingüe sin dejar de conocer los conocimientos del sistema de educación nacional” afirmaba Mariano. Frente a los ensayos de diferentes alternativas pedagógicas por parte de la CONAIE, la sociedad mestiza no siempre ha reaccionado como se esperaba. Inicialmente, según cuentan los miembros de las organizaciones, varios trabajadores del Ministerio de Educación negaron el acceso a las oficinas a los indígenas. Por otro lado, la asignación presupuestaria ha sido uno de los factores limitantes: el Estado nunca terminó de materializar una suma fija fara el sector bilingüe. El manejo discrecional de los fondos públicos fue utilizado en varias ocasiones como un condicionante político frente a la autonomía de la DINEIB.

Revolución ciudadana y Revolución contra Indios

Con la aprobación del decreto 1585 –hoy vigente bajo el nuevo decreto 196-, el gobierno de Correa desvinculó forzosamente a las organizaciones indígenas de la DINEIB. Desde el año 2006, con el gobierno del Presidente Palacio, se había intentado sin éxito desde el Ejecutivo subordinar a la DINEIB a la estructura del Ministerio de Educación. El objetivo principal siempre ha sido acabar con la estructura de la Dirección que supone la elección de las autoridades mediante un concurso de méritos por parte de las nacionalidades indígenas. Esta particularidad orgánica confiere el carácter potencialmente autónomo de un órgano que se inserta en el Estado pero se rige bajo las directivas de los destinatarios de sus políticas. El golpe clave en esta lucha por desarticular la autonomía de la DINEIB lo ha dado el actual presidente en febrero del 2009. El decreto elimina la administración comunitaria del organismo dejando en manos del Ministerio de Educación el nombramiento de todas las autoridades y funcionarios dependientes del mismo. “Es como en el tiempo de la Colonia, cuando se empieza a entregar a la Iglesia para que evangelice a los indios, es un decreto neocolonial porque se trata de los indígenas, porque se trata de negar el derecho a la educación de los pueblos y las nacionalidades”, se quejaba Mariano en La Carolina, el moderno barrio donde se encuentran muchas de las oficinas gubernamentales. Las razones esgrimidas por el gobierno reforzaron esa idea que siempre se tuvo de los indígenas: que solos no pueden, que hay que apadrinarlos. “Estaban politizando la educación, dejando de lado la calidad educativa” dijo Ariruma Kowii, Subsecretario para el Diálogo Intercultural. Mariano le contestaba días después a la declaración desmemoriada del funcionario: “Nosotros tenemos un presidente que siempre está dando discursos haciendo referencia a las grandes luchas del movimiento indígena y sobre todo a los líderes que ya dejaron de existir. Sin embargo ahora nos dicen que no hablemos de los levantamientos indígenas en nuestros textos escolares y que no mencionemos a los movimientos nuestros, por ejemplo CONAIE, ECUARUNARI, eso no tenemos que tocar ¡Pero ese es un doble discurso! Los indígenas aquí tienen valor en la medida en que ya no existen.” Como si la educación no fuera política, como si los indígenas no tuvieran el derecho de decidir políticamente qué educación quieren para sus pueblos. “Cualquiera que analice, desde un punto de vista técnico, nos va a dar la razón de que la educación intercultural bilingüe es mucho mejor que el sistema de educación nacional. Así de sencillo. Pero siempre está la desconfianza, y claro eso es parte de los rezagos de la Colonia, porque ellos aprendieron a mandar, entonces todo piensan que tenemos que hacerlo a su manera” sintetizaba Mariano.

“Para nosotros es entendible que uno de la derecha, uno de los que siempre han estado saqueando, tenga estas políticas hacia nosotros. Pero este gobierno a nombre de la Revolución Ciudadana, a nombre del Socialismo del Siglo XXI, ha querido desmantelar a la organización, desmantelar nuestros gobiernos autónomos, una revolución contra indios, eso es lo que más preocupante es.” Delfín Tenesaca, actual presidente de ECUARUNARI, la organización más antigua de la CONAIE, buscaba explicaciones para eso que parece incomprensible. En la sede de la organización kichwa, unos días antes del encuentro con Mariano Morocho, Delfín reflexionaba acerca del avasallamiento gubernamental sobre las instituciones indígenas que tanta lucha han costado: “Nos mataron a nuestros dirigentes, destruyeron nuestras tierras y ahora acabaron con nuestras instituciones: cuatro instituciones. No sólo ocurrió esto con la DINEIB, también se metió el gobierno en el Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos. Acusaron falsamente que de eso nos beneficiábamos. Lo único que nosotros teníamos claro era que esas instituciones servían para el desarrollo de las organizaciones y de los pueblos.” Frente al ataque contra la autonomía de las instituciones indígenas, las organizaciones reclamaron el respeto de sus derechos colectivos y la verdadera construcción del Estado Plurinacional: “Las comunidades decimos: La plurinacionalidad no la van a hacer los gobiernos, solamente los pueblos y nacionalidades podemos hacer la plurinacionalidad. Sin participación nuestra, no podemos construir un verdadero Estado Plurinacional.”

Los volcanes, deseosos de seguir contando la historia, proyectaban su sombra en el valle angosto en el que se encuentra la capital tantas veces pintada por Guayasamín. En la cima del Ministerio de Educación le preguntamos a Mariano cómo se imaginaba un futuro que parecía sombrío: “Así el decreto modifique o no, tenemos que trabajar, hay que luchar por eso, nadie nos puede quitar el derecho a que nosotros seamos partícipes de nuestra educación. Mientras sigamos con vida esas fuerzas para seguir van a estar.” Una vez más la historia ancestral de las nacionalidades y los pueblos marcaban el camino: “nosotros somos preparados para luchar en la adversidad, si por 517 años hemos vivido en la adversidad, ahora con formación, con profesionales, ¿cómo no vamos a resistir? No nos asusta la adversidad, más bien nos alienta.”


Para más información: www.conaie.org