Un viaje por Latinoamerica, buscando encontrarnos en nuestras luchas, compartiendo nuestros saberes, construyendo comunidad, aprendiendo siempre...

Partimos en febrero del 2009 desde Buenos Aires, Argentina, sin tiempo, con nuestras preguntas y nuestras convicciones a cuestas, con las ganas de conocer(nos) el continente, de aprender(nos) las historias, las cosmovisiones, las búsquedas y las construcciones colectivas, transmitiendo también ese conglomerado de experiencias y luchas que fuimos y seguimos construyendo en nuestro suelo rioplatense.

Trabajando con la fotografía y ejecutando folklore latinoamericano en bares y colectivos llegamos en el 2011 a México y desde allá regresamos al puerto del río de la plata. Como les pasa a todos lxs que se encuentran en los desencuentros del viajar, la mochila nos persigue y seguimos regresando a esa latinoamérica que nos abraza en sus luchas cotidianas.

Abrimos este pequeño espacio para compartir algunas de las vivencias y las producciones que paso a paso vamos trabajando: relatos de las experiencias educativas en las que participamos, crónicas de talleres en las comunidades, notas publicadas en algún medio, producciones de radio, escritos mezclados...

lunes, 26 de julio de 2010

Sociología e historia argentina en la Universidad Pública de El Alto, Bolivia


La Universidad Pública de El Alto es fruto de las luchas de los movimientos sociales. Todo comenzó con la guerra del gas, conflicto desatado en el 2003 en el que los movimientos sociales se manifestaron contra la exportación a precios de regalo de este recurso y por la convocatoria a una asamblea costituyente para refundar el país. Con El Alto como epicentro de los bloqueos y las manifestaciones diarias tomó fuerza la idea de que aquella ciudad circundante a La Paz que desde mediados de los ochenta a la fecha reunió 1 millón de habitantes, en su mayor parte migrantes rurales aymaras, y cuyas formas de organización social merecen un libro aparte, necesitaba una universidad propia. Pero no es cualquier universidad... acá el rector y todos los cargos importantes se eligen con voto directo e igualitario, los docentes son evaluados por un consejo estudiantil, las camarillas universitarias no proposperan. Es un sueño, al lado de ellos, nuestra Universidad de Buenos Aires se quedó en 1918... ¿para quien será el atraso? habría que preguntarle a los profetas del odio que escriben los libros de historia boliviana de variada inclinación política. Lógicamente, este sistema antisistema de organización académica debe enfrentar las trabas de las universidades tradicionales que, representadas en el Congreso Nacional de Universidades, le niegan el pleno reconocimiento de sus estudios.
Habíamos conocido a Jaime en un congreso de brigadas internacionales en Cochabamba y combinamos con él para darnos una vuelta por la carrera de sociología. Cuando llegamos nos recibió el centro de estudiantes de la carrera en pleno, como nunca podríamos hacerlo nosotros en nuestra querida universidad de buenos aires, y nos propuso hacer una jornada de compartimento o una charla con algún curso ("paralelo") de primer año. Fuimos a un curso, nos recibió calurosamente el docente a cargo (sociología 1) y el centro comentó la idea a los pibes y pibas (cholas y hiphoperos, indígenas y mestizos alteños, paceños, yungueños, orureños y cochabambinos) y ellos tiraron propuestas para una charla: evita, historia indígena argentina, el peronismo, lo que se nos ocurra, movimientos sociales en argentina, la sociología en argentina, los kirchner... Nos fuimos, con miedo pero con ganas de investigar y socializar un poco (en definitiva para esto estudiamos). Teníamos tres días.
Serían 40 personas. Nos presentamos entre todos al mejor estilo oruga y a pesar de la obligada lentitud muchos conocieron por vez primera las comunidades de origen de sus compañeros y compañeras. Después arrancamos, hicimos una sociohistoria argentina, muy gramsciana, con grandes momentos políticos y con la relación de fuerzas en cada uno. Entre tanto comentamos nuestras vivencias y la cuestión indígena argentina que tuvimos que aprender a desinvisibilizar. Entre todos y todas nos ayudamos a descolonizarnos: “¿por qué dicen América Latina? América es un nombre colonial, impuesto, nosotros decimos AbyaYala o Tawantinsuyu, como decían los Incas” – nos criticaron ell@s.
Después de la charla hicimos un aptapi, una especie de asalto donde cada uno lleva lo que es típico de su comunidad y se comparte. Ese fue el almuerzo y la sobremesa la hicimos con guitarra: un tema ellos y uno nosotros.