Un viaje por Latinoamerica, buscando encontrarnos en nuestras luchas, compartiendo nuestros saberes, construyendo comunidad, aprendiendo siempre...

Partimos en febrero del 2009 desde Buenos Aires, Argentina, sin tiempo, con nuestras preguntas y nuestras convicciones a cuestas, con las ganas de conocer(nos) el continente, de aprender(nos) las historias, las cosmovisiones, las búsquedas y las construcciones colectivas, transmitiendo también ese conglomerado de experiencias y luchas que fuimos y seguimos construyendo en nuestro suelo rioplatense.

Trabajando con la fotografía y ejecutando folklore latinoamericano en bares y colectivos llegamos en el 2011 a México y desde allá regresamos al puerto del río de la plata. Como les pasa a todos lxs que se encuentran en los desencuentros del viajar, la mochila nos persigue y seguimos regresando a esa latinoamérica que nos abraza en sus luchas cotidianas.

Abrimos este pequeño espacio para compartir algunas de las vivencias y las producciones que paso a paso vamos trabajando: relatos de las experiencias educativas en las que participamos, crónicas de talleres en las comunidades, notas publicadas en algún medio, producciones de radio, escritos mezclados...

domingo, 26 de septiembre de 2010

Monexico: la organización de los pueblos Nahualt y Chorotega de Nicaragua

Veracruz del Zapotal

A Yesenia e Idalia las habíamos conocido en Puno, Perú, en torno a la Cuarta Cumbre de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala. Ahora entendíamos por qué ellas habían sufrido tanto las condiciones climáticas del altiplano: Veracruz es un pueblo del pacífico sur de Nicaragua, bien caliente y con una vegetación atolondrada. Estas orillas también descansan en un lago: el lago Cocibolca, conocido en español como Lago de Nicaragua. Ahí dentro, bien adentro del lago, dos volcanes forman una isla y hablan, por si solos, de su carácter sagrado.

En aquel otro lago, el Titicaca, sentado 4000 metros más arriba, Yesenia e Idalia se proponían dar a conocer la experiencia de Monéxico, una organización indígena con más de veinte años de edad, y participar de las reflexiones que se daban en la cumbre.

En ese momento, en Nicaragua, Monéxico luchaba por la ratificación del convenio 169 de la OIT y por la promoción de los derechos indígenas de los pueblos Nahualts y Chorotegas del pacífico, centro y norte del país.

Nicaragua, el país de la revolución sandinista del 79, el mismo que padeció durante doce años una guerra de baja intensidad provocada por Estados Unidos para derrotar a la revolución, tiene una particular historia con respecto a los pueblos de la Costa Atlántica (Miskitos y Garífunas, entre otros). Luego del “aprendizaje” que les legó que algunos pueblos hayan formado parte de la contra revolución, el gobierno revolucionario los ha declarado pueblos autónomos y ha reconocido sus derechos constitucionalmente.

Los pueblos Nahualt y Chorotega, muy a pesar de ello, han sido invisibilizados por la misma historia, y hoy en día, siguen luchando por el reconocimiento de su identidad como pueblos originarios, identidad que les ha sido negada desde la colonia.

En Veracruz pudimos descifrar algo de su agricultura tradicional, hemos degustado el tan mesoamericano maíz (en perrerreques, pinoles y nacatamales), y hemos intercambiado largas horas de charlas y experiencias.

Nos han causado especial interés los proyectos de construcción de los CALMECATL, espacios de formación que buscan descolonizar la educación, a través de la recuperación la cosmovisión ancestral, las prácticas tradicionales y las lenguas. También resaltan las luchas por fortalecer los gobiernos tradicionales frente a los gabinetes de poder popular y a las juntas de gobierno.

Los guías espirituales tienen un rol fundamental en este proceso, y la juventud encuentra sus recovecos en la lucha y plantea sus propias demandas.

Managua

Ya en Managua, ciudad escondida en su ruralidad, nos encontramos con María de los Ángeles, la responsable de coordinar la comunicación entre los pueblos que forman parte de Monéxico, quién, sorpresivamente, pausó las palabras con unos mates bien pampeanos. Ella nos contó sobre la contribución histórica de Monéxico en otras luchas, campesinas y urbanas, y de la actual participación en la Convergencia de Movimientos de los Pueblos de las Américas (COMPA).

En el 2010, Monéxico ha logrado que el gobierno ratifique el convenio 169 de la OIT. Pero la lucha sigue, y actualmente se preparan para conmemorar el último día de libertad de los pueblos indígenas, el 11 de Octubre.


Para conocer más sobre Monexico, entrá a: http://monexico.blogspot.com/

Micro 2: Organización popular y TLC en Costa Rica

Mientras en los años 80 y 90 la mayor parte de los países latinoamericanos se insertaban en los planes del Consenso de Washington privatizando sus empresas estatales, en Costa Rica se mantenía un modelo basado en la intervención del Estado en la economía. La salud, la educación, la seguridad social, la producción de energía elérctrica y también las telecomunicaciones permanecieron como un indiscutido monopolio del Estado. Sin embargo, a fines de los 90 los grupos empresariales transnacionales comenzaron a impulsar las reformas neoliberales.
En esta nueva producción para radio abordamos el tema de la organización popular en Costa Rica desde el año 2000 hasta la actualidad. Las voces de los protagonistas nos relatan su experiencia en las luchas contra la privatización del Instituto Costarricence de Electricidad -ICE-, organismo estatal encargado de las telecomunicaciones y la energía eléctrica, para luego pasar al momento más importante de lucha social contemporánea en el país, sucitado alrededor de la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en el 2007. Finalmente ellos nos cuentan las características de las luchas actuales y sus perspectivas para el futuro.

Este material está disponible para reproducirlo en radios comunitarias, medios alternativos, etc...


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Para descargar el micro apretá aca:
Parte 1
Parte 2

Si la descarga no empieza, se puede bajar desde megaupload haciendo click aca

sábado, 25 de septiembre de 2010

Música popular en la escuela del caribe

Puerto Viejo, Caribe costarricense, límite con Panamá. Tierra de indígenas Bri Bri, tierra de memorias de resistencia como la de Pablo Presbere quién unificó a todas las comunidades de la zona contra la invasión española en 1704 destruyendo iglesias y enfrentando el despojo. El Blu -jefe político y militar más importante- corrió la misma suerte que su par peruano Tupac Amaru al ser condenado a “muerte por descuartizamiento”, pero otros líderes lo sucedieron y Talamanca consiguió su independencia de los españoles antes que Costa Rica firmara sus actas de libertad en 1821. La historia de Puerto Viejo siguió atravesada por piratas y cazadores ingleses de tortugas, quienes le dieron su nombre actual “Old Harbour”. Con las bananeras, principalmente a partir de la instalación de la United Fruit Company, el sitio se puebla de afrodescendientes, muchos de ellos antillanos y jamaiquinos, hablantes del criollo y derivaciones del Patuá, y contadores de su vida dura pero cotidiana en las letras del Calypso. Las rastas y el reagge sobreviven como fiel testimonio de aquellos tiempos.

Nosotros tocábamos música latinoamericana todas las tardes en los restaurantes del centro de Puerto Viejo. Así hacíamos lo necesario para comer, dormir y disfrutar un poco de la playa caribeña. Por eso conocimos una noche a Carlos y a Sebastián, guitarristas y cantantes de sus propias melodías. Los chicos nos invitaron a sumarnos un viernes por la mañana al programa de música extraclase que tienen en la escuela del pueblo. Nos recibieron 12 muchachitos y muchachitas de variados colores con sus guitarras fuera de escala y entre la ronda de nombres conversamos acerca de la música de cada pueblo. Después empezó el ida y vuelta, una milonga de nosotros, un reagge de ellos, una chacarera, un rock… Carlos y Seba buscan generar un espacio donde los chicos y chicas puedan realizarse, sentir que pueden aprender nuevas cosas y rescatar sus tradiciones mezcla de abuelos y reaggeroots, de español, francés e inglés en el patuá de las casas de madera, y puedan encontrar, en la música, una forma de vida que los invite a conocer el mundo, sus recovecos y sus armonías.